¿Qué significa tener un pelo saludable?
Un cabello está sano y saludable cuando mantiene su resistencia y flexibilidad, se puede desenredar fácilmente y no sufre una caída excesiva. Lo normal es perder entre 50 y 100 cabellos al día.
El cabello es un filamento que crece desde el cuero cabelludo. Tiene dos partes, una interna formada por la raíz y el folículo y otra externa que es el cabello visible. Esta última parte, está constituida por tres capas: la médula, el córtex y la cutícula (escamas del pelo), donde podemos ver las células imbricadas unas en otras.
Es difícil lograr un aspecto óptimo del cabello cuando nuestro organismo presenta trastornos funcionales como pueden ser los hormonales, infecciosos, dietéticos y digestivos. Una adecuada nutrición seguramente se verá traducida en un pelo saludable.
Factores que dañan el pelo
Es difícil lograr un aspecto óptimo del cabello cuando nuestro organismo presenta trastornos funcionales como pueden ser los hormonales, infecciosos, dietéticos y digestivos. Una adecuada nutrición seguramente se verá traducida en un pelo saludable.
Factores que dañan el pelo
Nutrición inadecuada: una nutrición deficiente en micronutrientes puede ocasionar el deterioro del cabello. Aminoácidos como la l-cistina y vitaminas del grupo A y B y minerales como el Zinc colaboran en la salud del cabello.
Contaminación ambiental (Radicales libres): los radicales libres son átomos o moléculas que actúan como agentes oxidantes causando daño y deterioro en la estructura del cabello. Como ejemplo, mencionamos el humo del tabaco que genera una gran cantidad de radicales libres. Las partículas contaminantes producen un peor estado de la cutícula, ya que desordenan su estructura dando como resultado un pelo quebradizo.
Calor: el uso excesivo de fuentes de calor como secadores de pelo y planchitas provocan deshidratación del cabello, el calor abre las cutículas del pelo dejando escapar la humedad y transformándolo en más quebradizo y seco.
Estrés: el estrés provoca la caída de pelo de forma difusa durante un período determinado de tiempo. Esta pérdida del cabello es debida a una alteración en el ciclo capilar que afecta a los folículos pilosos que se encuentran en la fase de crecimiento. El organismo reacciona ante el estrés y libera corticoides, produciendo una estimulación de las glándulas sebáceas que aumentan la producción de sebo y una disminución en la concentración de oxígeno intrafolicular, con su consecuente debilitamiento y posterior caída.
Sol: los rayos solares debilitan los folículos pilosos. Los rayos UV, específicamente, penetran en las cutículas y provocan una deshidratación.
Contaminación ambiental (Radicales libres): los radicales libres son átomos o moléculas que actúan como agentes oxidantes causando daño y deterioro en la estructura del cabello. Como ejemplo, mencionamos el humo del tabaco que genera una gran cantidad de radicales libres. Las partículas contaminantes producen un peor estado de la cutícula, ya que desordenan su estructura dando como resultado un pelo quebradizo.
Calor: el uso excesivo de fuentes de calor como secadores de pelo y planchitas provocan deshidratación del cabello, el calor abre las cutículas del pelo dejando escapar la humedad y transformándolo en más quebradizo y seco.
Estrés: el estrés provoca la caída de pelo de forma difusa durante un período determinado de tiempo. Esta pérdida del cabello es debida a una alteración en el ciclo capilar que afecta a los folículos pilosos que se encuentran en la fase de crecimiento. El organismo reacciona ante el estrés y libera corticoides, produciendo una estimulación de las glándulas sebáceas que aumentan la producción de sebo y una disminución en la concentración de oxígeno intrafolicular, con su consecuente debilitamiento y posterior caída.
Sol: los rayos solares debilitan los folículos pilosos. Los rayos UV, específicamente, penetran en las cutículas y provocan una deshidratación.
Como contribuir a tener un pelo saludable
Hábitos dietéticos: incorporar alimentos ricos en aminoácidos azufrados, magnesio, vitaminas del grupo A, B, Zinc, contribuyen a mantener un pelo saludable.
Complementos nutricionales: en los casos que, a pesar de seguir una alimentación saludable y hábitos de vida ordenados, se necesita un refuerzo para mantener la salud del pelo, existen suplementos nutricionales que aportan los componentes adecuados para ello.
Productos de higiene personal: es importante conocer las características particulares del pelo para poder elegir los productos de higiene capilar adecuados.
Hábitos dietéticos: incorporar alimentos ricos en aminoácidos azufrados, magnesio, vitaminas del grupo A, B, Zinc, contribuyen a mantener un pelo saludable.
Complementos nutricionales: en los casos que, a pesar de seguir una alimentación saludable y hábitos de vida ordenados, se necesita un refuerzo para mantener la salud del pelo, existen suplementos nutricionales que aportan los componentes adecuados para ello.
Productos de higiene personal: es importante conocer las características particulares del pelo para poder elegir los productos de higiene capilar adecuados.
