¿Qué significa una piel elástica?
La elasticidad cutánea es una propiedad que permite a la piel cambiar y recuperar la forma cuando se estira o deforma. Con el paso del tiempo se produce una pérdida progresiva de colágeno y elastina que, conjuntamente con la hidratación, son responsables de la firmeza y elasticidad de la piel. El nivel de estos componentes es fundamental para preservar la estructura de la piel y contribuir a mantener una apariencia juvenil de la misma.
Factores que contribuyen a la pérdida de elasticidad
Con el paso del tiempo y en particular a partir de los 40 a 45 años, con la llegada de la menopausia, la estructura de nuestra piel comienza a cambiar principalmente por la pérdida de colágeno y elastina, disminuye la elasticidad y adquiere un aspecto seco y rugoso. Tanto las fibras de colágeno como la elastina se degradan, provocando la flacidez de la piel y, por lo tanto, la pérdida de firmeza y tersura.
Con el paso del tiempo y en particular a partir de los 40 a 45 años, con la llegada de la menopausia, la estructura de nuestra piel comienza a cambiar principalmente por la pérdida de colágeno y elastina, disminuye la elasticidad y adquiere un aspecto seco y rugoso. Tanto las fibras de colágeno como la elastina se degradan, provocando la flacidez de la piel y, por lo tanto, la pérdida de firmeza y tersura.
De qué depende la elasticidad de la piel y cómo contribuir a su mejora?
La elasticidad cutánea está ligada principalmente a la salud del tejido conectivo, si quieres maximizar la elasticidad de la piel, lo mejor que puedes hacer es combinar tu régimen de cuidado de la piel con cambios en tu estilo de vida. Algunos consejos para mejorar, naturalmente, la elasticidad:
Comer saludable: es importante consumir alimentos ricos en antioxidantes y beber suficiente agua.
Actividad física: hacer ejercicio regularmente para aumentar el flujo sanguíneo, la circulación y llevar más oxígeno y nutrientes a la piel. También aumenta la producción de colágeno y permite que las células trabajen eficazmente.
Descanso: la piel se repara sola cuando duermes, por lo que, una buena noche de descanso es crucial para la buena salud de la piel. Un adecuado descanso ayuda a restaurar la piel, dándole un respiro para combatir radicales libres y aumentar la producción de colágeno.
Suplementos: si la alimentación no alcanza para suplir los componentes necesarios, se recomienda consumir suplementos ricos en isoflavonas de soja, genisteína y ácido hialurónico- Las isoflavonas de soja, en especial la genisteína, actúan sobre los fibroblastos que son un tipo de células que contribuyen a la formación de tejido conectivo, un material fibroso que soporta y conecta otros tejidos u órganos del cuerpo. Los fibroblastos secretan colágeno, una proteína que ayuda a mantener el marco estructural de los tejidos, que, en conjunto con el ácido hialurónico contribuyen a mantener la elasticidad de la piel.
La elasticidad cutánea está ligada principalmente a la salud del tejido conectivo, si quieres maximizar la elasticidad de la piel, lo mejor que puedes hacer es combinar tu régimen de cuidado de la piel con cambios en tu estilo de vida. Algunos consejos para mejorar, naturalmente, la elasticidad:
Comer saludable: es importante consumir alimentos ricos en antioxidantes y beber suficiente agua.
Actividad física: hacer ejercicio regularmente para aumentar el flujo sanguíneo, la circulación y llevar más oxígeno y nutrientes a la piel. También aumenta la producción de colágeno y permite que las células trabajen eficazmente.
Descanso: la piel se repara sola cuando duermes, por lo que, una buena noche de descanso es crucial para la buena salud de la piel. Un adecuado descanso ayuda a restaurar la piel, dándole un respiro para combatir radicales libres y aumentar la producción de colágeno.
Suplementos: si la alimentación no alcanza para suplir los componentes necesarios, se recomienda consumir suplementos ricos en isoflavonas de soja, genisteína y ácido hialurónico- Las isoflavonas de soja, en especial la genisteína, actúan sobre los fibroblastos que son un tipo de células que contribuyen a la formación de tejido conectivo, un material fibroso que soporta y conecta otros tejidos u órganos del cuerpo. Los fibroblastos secretan colágeno, una proteína que ayuda a mantener el marco estructural de los tejidos, que, en conjunto con el ácido hialurónico contribuyen a mantener la elasticidad de la piel.
