¿Qué significa piel bronceada?
El bronceado es el oscurecimiento natural de la piel que se produce como consecuencia de la autoprotección que realiza nuestro cuerpo ante la exposición a la radiación ultravioleta de la luz solar o artificial.
Dicho oscurecimiento es causado por el incremento de la melanina, pigmento que se encuentra en las células de la epidermis y se incrementa su síntesis cuando ésta se expone a la radiación ultravioleta de la luz solar o artificial. La misma es producida por las células denominadas melanocitos y tiene como finalidad proteger a la piel de los efectos dañinos que puede provocar la radiación solar. El oscurecimiento de la piel está ligado directamente a la genética de las personas, pudiendo alcanzar distintos grados.
Factores de la piel que inciden en el bronceado
Existen distintos fototipos de piel, pasando de claro a oscuro y tienen una alta incidencia en el resultado del bronceado.
TIPO I: pieles extremadamente sensibles a sufrir fotodaño, nunca se broncean y muy propensas a sufrir quemaduras y/o desarrollar afecciones graves.
TIPO II: pieles que raramente se broncean. Riesgo alto de daños en la piel ante la exposición solar.
TIPO III: a veces se broncea y el riesgo de eritemas o enrojecimiento de la piel sigue siendo importante.
TIPO IV: tiende a broncearse fácilmente y raramente se producen eritemas o enrojecimiento de la piel
TIPO V: se broncea fácilmente y es difícil que desarrolle quemaduras de piel.
TIPO VI: nunca se quema. Igualmente el riesgo a contraer enfermedades de la piel por la exposición solar, sigue estando presente.
¿Cómo contribuir a un bronceado saludable?
-Evitar exponerse directamente al sol entre las 10 y 16 hs: es el horario más riesgoso para la exposición solar. En esta franja horaria el índice UV es muy alto en épocas de verano.
-Protegerse en los días nublados: la radiación ultravioleta se filtra según la densidad de las nubes.
-Usar protectores solares: elegir el protector solar de acuerdo al tipo de piel y recordar aplicarlo cada dos horas en caso de exposición solar directa.
-Extremar cuidados en la playa o montaña: la arena y la nieve aumentan el riesgo a quemaduras en la piel.
-Consumir agua en abundancia para mantener el cuerpo y la piel hidratados.